Hallazgos clave sobre la publicidad digital que pueden estar frenando tus resultados
Invertir en publicidad digital sin obtener resultados es una frustración común para emprendedores, pymes y profesionales del marketing. Probablemente, te ha pasado: lanzas campañas digitales con expectativas altas y terminas preguntándote: «¿Por qué nadie está comprando?» o «¿Por qué gasto tanto y recibo tan poco a cambio?».
En este artículo te mostramos los principales errores que están afectando tus campañas digitales y cómo mejorarlos para maximizar tu inversión.

1. Falta de Estrategia Digital
Muchos emprendedores comienzan a pautar anuncios sin tener claridad sobre sus objetivos de negocios y KPI’s. ¿El resultado? Campañas dispersas, sin dirección ni resultados óptimos en publicidad digital.
Toda campaña debe alinearse a una etapa establecida previamente. En las grandes empresas, las estrategias están divididas en el área de marketing y performance. La primera se dedica a generar alcance y recordación de marca, mientras que la segunda está centrada en la parte transaccional. Es importante definir estrategias para cada una de las fases del embudo.
Ejemplo real: Burger King se ha destacado por sus campañas digitales creativas, pero lo que pocos ven es la estrategia detrás. En su famosa campaña «Whopper Detour», el objetivo era aumentar el tráfico a su app. Usaron geolocalización para mostrar promociones a usuarios que estaban cerca de un McDonald’s. ¿Creativo? Sí. Pero también muy estratégico.
No confundamos objetivos de campañas con objetivos de negocio o digitales. Dentro de la estrategia se establecen ciertos objetivos de negocio para luego decidir qué campañas nos conviene realizar.

2. No tener una propuesta de valor clara
Muchas campañas fallan porque no le dejan claro al usuario por qué debería elegirte a ti y no a otro. Si lo que ofreces no resuelve un problema o no se diferencia, pasarás desapercibido. El error más común al realizar anuncios es mencionar las características del producto o servicio y olvidar cuáles son los beneficios centrales que estamos ofreciendo en publicidad digital.
Ejemplo real: Airbnb no solo vende hospedaje: vende la experiencia de «vivir como un local», es decir como si fuera tu casa que tiene acceso a todas las áreas. Su propuesta de valor es emocional, clara y distinta a la de cualquier hotel tradicional. Gracias a eso, sus anuncios conectan con el público.
Definir la propuesta de valor posiblemente no es nada fácil, porque tienes muchas otras ofertas en el mercado que ofrecen lo mismo o mejor de lo que tenemos.
3. Segmentación pobre o genérica
Una campaña sin segmentación es como lanzar una flecha con los ojos cerrados. Muchos eligen intereses muy amplios o confían solo en las sugerencias de las plataformas. No existe una regla mágica sobre la segmentación, pero lo que sí debemos cuidar es la data que estamos generando de todas las personas que ingresan a nuestra web y generan ciertas acciones.
En la etapa de adquisición posiblemente esté dirigido a un grupo grande de personas, pero el trabajo es poder recopilar a los usuarios que generan sesiones y conversiones en nuestra web para luego crear públicos personalizados, similares o combinaciones. Segmentar bien puede reducir costos y duplicar resultados en campañas digitales.
Ejemplo real: Nike no muestra el mismo anuncio a un corredor profesional que a un adolescente aficionado al básquet. Sus segmentaciones se ajustan por producto, edad, intereses y hasta por estilo de vida.
4. No aprovechar el histórico de campañas
Uno de los activos más valiosos en marketing digital es tu historial de campañas pasadas. Sin embargo, muchos lo ignoran y repiten errores o pierden oportunidades de optimización.
Ejemplo real: Spotify analiza constantemente cómo interactúan los usuarios con sus anuncios y productos. Gracias a su histórico, han podido personalizar experiencias publicitarias que conectan mejor, como sus resúmenes anuales de uso («Spotify Wrapped»).
¿Qué aprender? Revisa tus campañas anteriores: ¿cuáles funcionaron mejor? ¿Qué creatividades generaron más clics? ¿En qué segmentación hubo más conversiones? Aprender de tu propio historial puede ahorrarte mucho dinero en publicidad digital.
5. Creatividades sin impacto
Tal vez, el punto más importante de todos los mencionados. La creatividad es la cara de todo lo que está detrás, es el resumen desde tu propuesta de valor hasta la implementación. Si tu anuncio no capta la atención en los primeros segundos entregando el valor esencial, está destinado a perderse en el scroll.
Error común: En la etapa de performance, he visto a muchos Content Senior al momento de establecer los bocetos, no saber qué agregar más en sus creativos. Llenan el gráfico con las características del producto y pasan a un segundo término los beneficios. Recuerden que la propuesta de valor está en las creatividades.
Ejemplo real: (Campaña de branding) Dove apostó por romper los estándares visuales con su campaña «Real Beauty». En lugar de modelos perfectas, mostró mujeres reales. Eso no solo generó impacto visual, sino también emocional, y la campaña se volvió viral.
Personaliza el contenido. Prueba diferentes formatos y tonos. Sé auténtico en tus campañas digitales.

6. No medir ni optimizar
La optimización basada en métricas no es una opción, es una necesidad. Las plataformas publicitarias actuales como Meta Ads, Google Ads y TikTok Ads que operan con algoritmos de machine learning que requieren volumen de datos, coherencia estructural y objetivos bien definidos para poder aprender y optimizar automáticamente.
Desde el momento en que se lanza una campaña, es fundamental que se esté recolectando data relevante. Y no basta con almacenar esta información en un Excel: esa información debe estar integrada directamente con tu sitio web mediante herramientas como píxeles, etiquetas o APIs de conversión. Esto asegura una retroalimentación constante entre tu web y las plataformas, lo que mejora el rendimiento de tus anuncios en tiempo real.
Ejemplo real: Glossier, una marca DTC (direct-to-consumer), construye toda su estrategia de performance con base en el análisis de comportamiento digital y datos por cohortes. Gracias a este enfoque, pueden ajustar creatividades, ofertas y canales de adquisición en tiempo real, con decisiones basadas en datos, no en suposiciones.
Es importante entender que un reporte no es solo un resumen de lo que ocurrió. Un reporte eficaz debe ser un documento de análisis estratégico:
- ¿Qué aprendimos de esta campaña?
- ¿Qué funcionó y por qué?
- ¿Qué no funcionó y cómo lo corregimos?
- ¿Qué hipótesis podemos probar en la próxima iteración?
Medir sin interpretar es como tener un mapa sin brújula: tienes la información, pero no sabes qué camino tomar. Solo cuando entendemos por qué obtuvimos cada resultado, podemos avanzar hacia una verdadera optimización en publicidad digital.